viernes, 21 de agosto de 2015

Indagando en la precariedad, una propuesta libertaria y de base para afrontar la coyuntura actual del desabastecimiento

Rodolfo Montes de Oca

La estanflación que vive la colectividad venezolana actualmente y que se manifiesta en el exorbitante numero de un 49% en el último semestre, sumando a varias devaluaciones del bolívar de un 60%,  indica el momento o coyuntura económica en que, dentro de una situación inflacionaria, se produce un estancamiento de la economía y el ritmo de la inflación no cede. Este cuadro de constricción económica que se traduce en un alto costo de la vida, salarios paupérrimos y mayor pobreza, tiene dos cómplices necesarios (la boliburguesia y los bolichicos) y un gran culpable, el estado venezolano.

Capitulo I: señalando los culpables
Los llamados boliburgueses, es la nueva clase social que nació en revolución, poseen fortunas que no pueden justificar. Su apoyo incondicional al proceso bolivariano les ha permitido ocupar altos cargos en el gobierno; son sus contratistas favoritos y sus más acérrimos defensores, el cambio de mando que se genero con el rechazo de FEDECAMARAS y la burguesía tradicional al proceso los llevo a remplazar a estos últimos, por lo cual son los detentadores del poder económico y político actual en Venezuela.

Mientras que los bolichicos, por su parte, son jóvenes que no superan los 35 años de edad, de refinados gustos, provienen de familias adineradas, estudiaron en los mejores colegios y universidades del país y se desenvuelven en la alta sociedad. Al parecer, sus buenos contactos con el gobierno permitieron que la compañía de estos personajes fuese beneficiada en la contratación, a pesar de haber sido recién constituida y no contar con mayor experiencia, en un área neurálgica para la nación como es el sistema eléctrico. Lamentablemente, el desempeño de estos emprendedores ha estado rodeado de sobornos, enriquecimiento ilícito, sobreprecios y nada honestas.

Todos ellos a través del sistema cambiario y de control de divisa se han beneficiado de la permuta de dólares y del mercado negro que dicen combatir, amasando fortunas en las importaciones de alimentos, equipos médicos, turbinas eléctricas, equipos petroleros, y muchos rubros más. Todos ellos invertidos en la banca comercial y las compañías aseguradoras, como Seguros la Vitalicia, que es la más significativa de ellas.

Todo este derroche de lujo y dinero, genero la trabazón económica y de escasez de productos y servicios que estamos viviendo, dejándonos en la crisis económica más importante que experimentamos en los últimos 30 años, por ello y con esta breve introducción los dejamos con algunas propuestas.

Capitulo II: La Praxis para el contencioso y los Comités Pro-Abaratamiento de las Subsistencias
La Primera Guerra Mundial generó a la clase empresarial del Perú grandes beneficios en la exportación de materias primas, pero a la vez hubo un aumento en los precios locales debido a la especulación en los productos básicos. Los magros salarios no aumentaban, lo que provocó que en abril de 1919 los sindicatos anarquistas iniciaran una campaña para el abaratamiento de los bienes esenciales, creando el Comité Pro-Abaratamiento de las Subsistencias.

El 13 de abril de ese año, publicaron un manifiesto que exigía el abaratamiento de los alimentos y artículos básicos de primera necesidad, transportes y alquileres, pero el gobierno se negó a escucharlos. El 1 de mayo declararon la huelga general, y el 4 de mayo se reprimió violentamente una manifestación en Lima. En El Callao, que sufrió un paro total, hubo serios enfrentamientos entre el ejército y los obreros, con alto número de muertos y saqueos; los principales dirigentes obreros y anarquistas fueron detenidos, tal es el caso de Nicolas Gutarra, Alberto Fonkén y Carlos Barba. En Chosica hubo dos muertos y varios heridos.

El gobierno impuso la Ley Marcial, y allanó domicilios particulares, locales anarquistas y sindicales; creó un nuevo fuerza antimotines, debido a la renuencia a reprimir de algunas tropas, denominada Guardia Urbana. Pero el movimiento popular no se retrajo y el 4 de julio el presidente de la República José Pardo y Barreda fue depuesto. El 12 de julio fueron liberados los detenidos y hubo manifestaciones populares de júbilo.

Este antecedente histórico, pone de relieve nuestra propuesta para la coyuntura actual. Los Comités son organizaciones de base, compuestas por ciudadanos de a pie y militantes anarquistas, de forma horizontal y asamblearia, articuladas por un secretario general de libre remoción por mayoría simple de los activistas a través de la democracia directa, que no reciba subsidio ni del estado ni de la empresa privada. Esta misma asamblea decidirá de forma autónoma y beligerante, cuales son los problemas del cúmulo de necesidades que decidan abordar, sin embargo algunas de las iniciativas a emprender podrían ser:

*Articulación junto a otros movimientos sociales de una fuerte campaña de agitación y propaganda en los grandes almacenes de automercados privados y estatales, denunciando la escasez, el acaparamiento y el alto costo de los insumos.

*Denunciar el alto costo de los pasajes básicos de camioneta, taxis y mototaxis, sobre todo en las zonas extraurbanas, donde habita el grueso de la población.

*Generar los canales de comunicaciones entre los Comités y los usuarios/consumidores a través de las redes sociales (Facebook, Twitter, etc.) para intercambiar datos e información.

*Promover la autogestión y socialización de las empresas estatizadas por el proceso bolivariano, haciendo énfasis en la distribución equitativa de responsabilidades y frutos sin jerarquías ni directores en el proceso de creación.

*Solicitar la suspensión del impuesto confiscatorio del IVA (Impuesto del Valor Agregado) de los bienes consumibles como mecanismo que beneficie a los consumidores.

*Exención por un año de las obligaciones crediticias que se tengan con instituciones financieras, como medida especial ante la estanflación.

*Incentivar la producción agroecológica donde el principio del valor/trabajo este presente, para así evitar la usura especulativa del rentismo petrolero y de la permuta cambiaria.

*Coordinar canales solidarios de intercambio y asistencia medica gratuita, donde se promueva los valores de apoyo mutuo y solidaridad.

*Organizar comedores gratuitos como los “food not bombs” para palear la hambruna y promover la horizontalidad de las relaciones.

*Crear y organizar mutualidades de ahorro para afrontar las coyunturas que se avecinan.

*Promover los mecanismos de intercambio de mercancía pre-capitalistas como el trueque o la permuta en circuitos donde los valores anticapitalistas estén presentes. Por lo cual muchos de los HTM/DIY tienen una labor valiosa que desarrollar.

*Promover y articular el traspaso de una economía rentista petrolera con fuerte vínculos con el mercado usurero internacional hacia un sistema de producción cooperativista para donde se practique el sistema de la economía del regalo a través de la autogestión de los medios.

Este programa mínimo de 12 puntos puede ampliarse o reducirse según las proyecciones, necesidades e inquietudes de cada comité. Lo fundamental y realmente valioso es generar una praxis antiautoritaria al poder bolivariano y la falsa oposición que allane el camino para un cambio estructural de la producción en Venezuela.

Capitulo III: La economía del regalo, una propuesta para la transición.
La escasez económica actual pone de relieve la necesidad antropológica de replantear un rumbo distinto a la administración de los bienes escasos, por ello ponemos de manifiesto la tesis de la economía del regalo o economía del dar, que es una teoría social en la que los bienes y servicios se otorgan sin un acuerdo explícito de quid pro quo (algo por algo). Se basa en el principio de vivir bajo la premisa de que “a mi vecino y compañero no le falte nada”, que podemos ver como un anarco-comunismo y el principio “de cada uno según su capacidad, a cada uno según su necesidad”.

Esta teoría social que se aplica en algunos pueblos originarios de forma espontánea busca generar un intercambio humanos de los bienes transables sin precios inflados, ni vicios ocultos del producto, lo que contribuye a evitar el fetiche de la mercancía. Un ejemplo muy claro de este principio es nuestro círculo más inmediato, el familiar y el de amistades íntimas. Constantemente estamos apoyando, regalando y financiando a amigos y familiares sin pedir nada a cambio. A nadie se le ocurre pedirle un 3% de interés a un amigo al que le dejas algo de dinero.

Es por ende que valores como la reciprocidad, cada día más invisible en esta sociedad, se convierte en un valor que debemos defender, amparados en el principio moral del apoyo muto. Autores como Lewis Hyde, David Cheal, Piotr Kropotkin, David Graeber, entre otros, han indagando en el poder político de la amistad y del beneficio colectivo para afrontar las divergencias.

Muy al contrario de lo que opina el vulgo, los pueblos originarios que practican la economía del regalo (Vgr. Los yanomamo o los hoti), viven carentes de necesidades, lo que deja de manifiesto que muchas de las mal llamadas “necesidades” de esta sociedad no lo son. Una segunda premisa de esta teoría es la de trabajar con un nivel de conciencia donde “lo que hagamos hoy no sea recordado mañana”, ya que nuestras actuaciones se basan más en el amor al prójimo que en el interés pecuniario o patrimonial.

Por ello como libertarios y autónomos frente a las perversiones producidas en el mercado nacional por la escasez de bienes transables, frente a la especulación estatal de la boliburguesia y de los bolichicos, sin dinero ni mercados lucrativos, ni planificación centralizada, la economía del regalo y los comités pro-abaratamiento de la subsistencia pueden sustituir el mercado especulativo en Venezuela, generando así nuevas dinámicas de coexistencia donde el placer, la igualdad y la libertad sean los reactores de la vida.

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