miércoles, 20 de noviembre de 2013

Respuesta a Malas y no tan malas noticias (Carta abierta al subcomediante Marcos)

A todxs lxs anarquistas de praxis
A lxs incendiarixs y refractarixs afines
A lxs jóvenes antiautoritarixs
A lxs que enfrentan el Poder en todas sus manifestaciones
A los oídos receptivos y a las mentes indomables
¡Salud!

A lo largo del pasado mes de octubre, leímos y escuchamos todas las afrentas y descalificaciones habidas y por haber contra el anarquismo, incluso de boca de presuntos “anarquistas”. Algunos de estos santurrones y patriarcas libertarios, alzaban su voz para increparnos y nos señalaban con el dedo fétido (ocupado en profundas necesidades) con el afán de acusarnos de todo lo acusable. Llegaron a exigirse “credenciales” y no escaseó quien fue aún más lejos y se entregó a la “encomiable labor” de bendecir y santificar el ideal anárquico a través de una grotesca “campaña” consagrada a esclarecer a las “masas” e ilustrarlas sobre las bondades del “anarquismo bueno” en detrimento de ese pútrido anarquismo de praxis que se empeña, contra viento y marea, en soltar la rienda a sus instintos dándole vida a la destrucción creadora; enfrentando con uñas y dientes al Poder en toda la extensión de la palabra; cargando de proyección al ideal ácrata, fundamentando en tiempo presente nuestra teoría y nuestra práctica y erigiéndose como protagonista indiscutible de la historicidad de la que forma parte.

Tampoco faltó por esos días el grito a todo pulmón de “ataja al anarquista”, contra el chavo chemo que le arrebataba la  laptop a la salida de la estación del metro Hidalgo al académico progre  que corrió chillando al MP a denunciar el hecho y amenazó con hacerla de tos hasta en la Corte Interamericana si le dilatan la averiguación. Ya ni mencionar esa caterva de ilustres intelectuales “solidarios” que aseveran desde sus elevados púlpitos (siempre a la izquierda del Capital) que quienes enfrentamos con violencia la  hiperviolencia sistémica no somos anarquistas y nos rotulan  de “malhechores”, “provocadores”, “halcones”, “porros”, “vándalos”, “reserva de violencia programable”, “policías infiltrados” y “mercenarios a sueldo”. Tal fue el caso de la decrépita escribana Elena Poniatowska que, con tal de ahorrarse el esfuerzo neuronal, concluyó en sus desatinados comentarios (junto a Aurelio Fernández) que lxs únicxs anarquistas buenxs son lxs que están muertxs; enumerando una abreviada lista de compañerxs  caídos que, lógica y consecuentemente, también recurrieron en su tiempo a la violencia anárquica –quien dude lo anterior sólo tiene que leer los textos y revisar la ardua biografía de Ricardo Flores Magón; Praxedis G. Guerrero; Enrico Malatesta; Buenaventura Durruti y demás compañeros mencionados. O, recurrir a sus prontuarios policiacos donde encontrarán un nutrido inventario de “delitos” cometidos por nuestros precursores. También podrían zambullirse en los periódicos de época donde seguramente hallarán similares agravios en contra de lxs anarquistas de entonces, escritos por otros escribanos de esos que hoy nadie recuerda ni su nombre.

Desde luego, toda esta histeria colectiva antianarquista ha sido bien alimentada y alentada desde la izquierda. Tanto la socialdemocracia armada como la electorera ha puesto el alarido en el cielo al ver anonadados el incremento de la contestación anárquica y la reapropiación de las calles como lugar de lucha –Esas mismas calles que habían sido usurpadas y acaparadas (durante décadas) por la simulación opositora, por la protesta baladí, por la manifestación estéril y la inútil formulita “marcha-mitin-plantón”, siempre manipulada por los partidos políticos electoreros (o partidos de vanguardia en vías de volverse electoreros) y las organizaciones clientelares (¡perdón! quisimos decir sociales), con sus acostumbrados “pases de lista”, sus reiteradas consignas vacías y su “comisión negociadora”.

Todxs los lidercillos de la izquierda se han quedado atónitos al verificar el ensanchamiento de la insurrección anarquista, al comprobar la contundencia de la confrontación ácrata, al presenciar la  extensión de la revuelta cotidiana contra todo lo existe y, sobre todo, al confirmar que nuestra lucha no es recuperable; al quedar convencidos que esa inmensa marea de jóvenes iconoclastas que enfrentan cara a cara a los cuerpos represivos en la lucha callejera, junto a esos grupos de afinidad que se multiplican en la oscuridad cómplice haciendo tronar la pólvora e iluminando la noche con el fuego liberador, no se embelesan con sus cantos de sirena porque no respetan líderes, mandos ni mesías, porque no se inclinan ante iluminados, porque no se tragan sus discursos demagógicos ni sus promesas a futuro, porque no se suman a sus “programas de lucha” ni a sus “proyectos transformadores”. Es por eso que se siembra la sospecha, se cultiva la duda y se ceba la bazofia conspiranoica. Si no son recuperables ni manipulables ni gobernables ni sumisos ni obedientes, entonces no sirven. No son útiles para la causa, no son funcionales al Poder (ni para quienes lo detentan ahora ni para quienes aspiran a detentarlo mañana), no son lacayos de la Patria, no son clientes potenciales, no son títeres de la Revolución: ¡Son halcones! ¡Infiltradxs! ¡Mercenarixs! ¡Tontxs útiles!... (Incluso, las “buenas conciencias” han especulado con el nacimiento de un nuevo Alebrije que han bautizado con el paradójico nombre de “anarco-fascismo”).

Curiosa y oportunamente, hace unos días apareció en medio de toda esa verborrea antianarquista (vertida deliberadamente en los medios masivos de alienación y financiada por partidos políticos de derecha e izquierda), el comunicado más reciente del subcomediante Marcos. Después de un resumido balance financiero que no augura una remuneración exitosa a la llamada “escuelita zapatista”; la vedette enmascarada hace gala de ir contracorriente en defensa del anarquismo (¡¿?!) y nos dedica siete párrafos intitulados CASOS ESPECIALES: L@s anarquistas. Desde luego, para esto se las ingenia, como ya es costumbre, y comienza acomodando las palabras y acotando su discurso a un sector particular: “Para quienes militan y se reivindican como de la “A”, bandera sin nación ni fronteras, y que son parte de la SEXTA, pero que en verdad militen y no sea una moda de vestir o de calendario” (Lo que delimita y reduce aún más a ese “particular” sector). Y les solita un “pedido especial”. Les invita, después de cumplir con su registro en la referida “escuelita” (y cubrir los $380.00 por adelantado), a escribir UNA cuartilla respondiendo “las críticas y acusaciones que se les han hecho en los medios de paga” y les asegura que los textos recopilados serán publicados en su página electrónica (enlacezapatista.ezln.org.mx) y en una revista neozapatista de próxima aparición.

Pero, como recalca, ese pedimento no es para nosotrxs sino para lxs que se dicen anarquistas y suscriben la Sexta (o sea, que ese boleto no es nuestro). A nosotrxs lo que nos viene a cuento es la alusión que hace este plumífero guerrillero del amplio y a veces difuso espectro ácrata; es decir, de “l@s Anarquistas”. Y por eso respondemos. De más está comentar que, como Anarquistas, nosotrxs sentimos un profundo desprecio por las jerarquías militares y que lo único que nos provocan los profesionales armados es repulsión. Asimismo, está de más precisar lo que significan para nosotrxs, lxs Anarquistas, lxs líderes y las vanguardias políticas. Sin embargo, vale dejarlo por escrito para que no se confunda esta declaración con un intercambio de opiniones o un intento de diálogo (ni con el infrascrito ni con lxs que se dicen anarquistas y están adheridos a la Sexta ni con el tal Wilhelm Tell de Búrglen (o de Tlalnepantla), que también se dice anarquista y se  enorgullece de su moño tricolor, de su grado de capitán y de bolearle los Florsheim al Peje, mientras evoca al Frente Popular a la vieja usanza stalinista).

Sobra aclarar que no aspiramos a ser publicados en sus medios. Estamos conscientes que no existen medios “neutrales” y que todos, sin excepción, responden a los lineamientos políticos de sus editores y/o patrocinadores. Tampoco pretendemos delimitar nuestro pronunciamiento conjunto al estrecho espacio que nos ofrece una cuartilla; mucho menos reducirlo al cabal cumplimiento de sus “peticiones”, así que escribiremos lo que estimemos necesario para dejar sentada nuestra posición, como Anarquistas, sin limitarnos a las formas.

Habría que empezar por comentar que esxs que se dicen anarquistas y son parte de la Sexta, no se vieron durante los enfrentamientos con las fuerzas represivas ni participaron en los sabotajes y los ataques a la sagrada propiedad; mucho menos, estuvieron implicadxs en las expropiaciones masivas (ni el 1 de diciembre ni el 1 de septiembre ni el pasado 2 de octubre). Lxs pocxs que se dicen anarquistas y son parte de la Sexta que advertimos en medio de las recientes luchas callejeras, se mantuvieron un tanto alejadxs de las acciones; algunxs videando la confrontación para sus ciber-noticiarios alternativos; otrxs grabando entrevistas para las radios de contrainformación vía Internet (con el estruendo de los petardos y la gritería de fondo para impregnarle cierto dramatismo al documento con la ambientación  propicia) o; tomando fotografías para sus múltiples páginas webs, blogs y foros virtuales. También vimos a  otrxs, muy otrxs, que diciéndose anarquistas y siendo parte de la Sexta, murmuraban a la distancia los mismos oprobios que más tarde repitieran sus colegas de izquierda (“provocadores”, “porros”, “halcones”, “infiltrados”…) o brindaban circunspectos entrevistas a los medios impresos y/o electrónicos (de paga, of course), aseverando que “no, no y no” eran anarquistas quienes daban batalla a los uniformados y destrozaban los  cristales de tiendas, bancos y multinacionales. Hubo uno  que llegó a afirmar (y hasta a posar para la foto) que la mejor prueba de que lxs enardecidxs encapuchadxs no éramos anarquistas fue el ataque despiadado contra el Hemiciclo a Juárez en la Alameda central, olvidando que el benemérito Bomberito, durante su prolongado mandato, fue un feroz asesino de anarquistas que ordenó el fusilamiento de Julio Chávez López y medio centenar de compañerxs. Y bueno, desde luego que no todxs lxs enardecidxs luchadores eran Anarquistas; bastó con el primer molotov que surcó los aires, con la explosión de los petardos, con el zumbido de unas pocas rocas que se estrellaron contra los escudos y los cascos de los uniformados, para que se propagara el contagio y se extendiera la lucha antisistémica. Esa fue la tarea de la Coordinadora de las Sombras y el quehacer del Bloque Negro: provocar la chispa que incendiara la pradera.

Después de haber expresado todo lo anterior, consideramos necesario escudriñar minuciosamente lo que realmente esconde esta nueva misiva del payaso embozado tras el mítico pasamontañas. Una vez más, nos enfrentamos a un comunicado elaborado para consumo externo (o sea, para digerirse y disfrutarse fuera de las comunidades).

Diseñado, elaborado y bien sazonado, para el gusto de las mayorías y para la satisfacción y el deleite de amplísimos paladares. Sin dudas, responde al agrado y la complacencia de lxs consumidores foráneos. Sobre todo, para aquellxs que se ubican en otras pero muy otras geografías –aún más lejanas– y les maravillan los platillos exóticos cuidadosamente decorados y servidos en vajilla “autóctona” –es muy recomendado acompañarlos de abundante kalimocho (porque eso de exportar el pox  está medio cabrón con todas las restricciones aduanales para las bebidas espirituosas sino ya se hubieran montado sus changarritos en varias ciudades europeas y tendrían Pocherías Zapatistas en Atenas, Barcelona, Berlín, Hamburgo, París, Praga, Madrid, Milano y Roma; claro está, en las comunidades controladas por el EZLN continuaría prohibida su ingesta…bueno, como quien dice prohibida, prohibida, prohibida: no; siempre hay quienes están exentos de las prohibiciones, es lo tangible de esa ambigüedad del “mandar obedeciendo” y lo real maravilloso de ser mando desde la horizontalidad discursiva).

Una vez más, identificamos en su jovial y desenfadada escritura una artimaña bien montada para escena con el único objetivo de atraer la atención y volver a ser “noticia”. Una vez más, nos percatamos que se aspira distraer y confundir. Una vez más, vemos como se recurre al marketing revolucionario y se delinea una nueva estrategia en búsqueda de adeptxs con la misma desfachatez que el resto de la clase política (Es muy probable que este bufón de rostro cubierto se ilusione con la posibilidad de jalar agua para su molino recurriendo al trillado argumento de “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”; sin embargo, comete un garrafal equívoco. A nosotrxs, lxs Anarquistas, las máximas maquiavélicas nos resbalan porque la historia nos ha enseñado –en múltiples y repetidas ocasiones– que lo que resulta funcional al Príncipe suele ser adverso a nuestros principios o sea, que el enemigo de nuestro enemigo también puede ser nuestro enemigo). Una vez más, percibimos como se intenta imponer “línea” dotando de patente de corso a esa bochornosa legión de incautxs, despistadxs, confundidxs, arribistas y oportunistas que se dicen anarquistas y son parte de la Sexta (Atención: Nosotrxs no pretendemos otorgar credenciales ni desempolvar el enmohecido anarcómetro para emitir certificados de autenticidad anárquica, simple y sencillamente, nos referimos de esta forma a quienes se dicen anarquistas y son parte de la Sexta porque cualquiera que tenga una somera idea de lo que es ser Anarquista no puede refrendar ese programa populista-socialdemócrata de pretendida redacción indígena que, entre otras perlas, aclara que el EZLN no considera que la política no sirve sino “que ESA política no sirve. Y no sirve porque no toma en cuenta al pueblo, no lo escucha, no le hace caso…” Y aspira a concretar una “CAMPAÑA NACIONAL para la construcción de otra forma de hacer política, de un programa de lucha nacional y de izquierda, y una nueva Constitución”).

Como Anarquistas consecuentes, rechazamos enérgicamente todas las formas de autoritarismo, demostrando con actos nuestra voluntad iconoclasta, nuestra vocación insumisa y nuestra condición negadora del Poder –por muy comunitario o diminuto que sea el coto de Poder. Nos queda claro que sigue estando pendiente un profundo debate (entre Anarquistas) que nos permita superar estas lamentables ambigüedades e ignominiosas contradicciones que impiden el pleno desarrollo de la lucha anárquica en nuestros días. Evidentemente, habrá que superar estas “ambigüedades” y esas “contradicciones” no sólo de palabra sino en la praxis cotidiana que es la única manera  de hacer posible, aquí y ahora, la Anarquía.

La opresión histórica más atroz y efectiva  –esa que en resumidas cuentas es la madre de todas las opresiones– radica en la perseverante apatía de las mayorías, en el persistente conformismo, en el inagotable servilismo voluntario, en la ceguera permanente de la masa. Sin apatía, sin conformismo, sin esxs ciegxs que se niegan a ver, sin servidumbre voluntaria, el Poder se desmorona; porque sólo habrá gobernantes mientras existan gobernadxs (que se le llame “mal gobierno” o “buen gobierno” es únicamente una cuestión semántica o, definitivamente, un argumento demagógico).    

Ni un milímetro atrás: ¡9 milímetros en las cabezas del Poder!
¡Qué la lucha anárquica se extienda a todos los rincones!
¡Viva el fuego liberador y la pólvora vindicadora!
¡Contra el sistema de dominación!
¡Luchemos contra toda esperanza!
¡Qué nadie recupere nuestra lucha!
¡Por la coordinación internacional anarquista!
¡Por la demolición de las prisiones!
¡Por la Liberación Total!
¡Por la Anarquía!

Toda nuestra solidaridad con el compañero Mario González, con nuestro hermano Gabriel Pombo da Silva, con nuestrxs afines de la Conspiración de las Células de Fuego de Grecia, con nuestro compañero Hans Niemeyer, con el compa Marco Camenisch, con el compañero Henri Zegarrundo (en arresto domiciliario), con nuestrxs entrañables cómplices Mona y Francisco (secuestradxs en las primeras horas del día de hoy por las fuerzas represoras en el Estado español) y con todxs lxs anarquistas presxs alrededor del mundo.

México, a 13 de noviembre de 2013

Acción Anarquista Anónima (AAA).
Células Autónomas de Revolución Inmediata “Praxedis G. Guerrero” (CARI-PGG).
Conspiración de las Células de Fuego/Federación Anarquista Informal (CCF-FAI)
Célula Insurreccional “Mariano Sánchez Añón” (CI-MSA).

PD (De reiteraciones y aguaceros sobre lo mojado): Sólo cabría destacar que estamos totalmente conscientes de que no hemos dicho nada que no se haya pronunciado antes   –con mucho más énfasis y mucho mejor articulado. No somos lxs primerxs ni lxs únicxs Anarquistas que desde estas geografías (y otras remotas regiones), criticamos y confrontamos la farsa neo-zapatista. No somos lxs primerxs ni lxs únicxs Anarquistas que señalamos el rol embaucador de esta pintoresca representación escénica. No somos lxs primerxs ni lxs únicxs Anarquistas que advertimos la evidente labor recuperadora de  este espectáculo pirotécnico. No somos lxs primerxs ni lxs únicxs Anarquistas que avisamos en este sainete vernáculo, todo el tufo autoritario y las aspiraciones despóticas del maquillado y bien camuflado leninismo posmoderno.

PD2 (De “infiltrados”, “halcones”, “mercenarios a sueldo” y “policías de civil”): Lo que también es innegable es la presencia, durante las últimas luchas callejeras, de grupos de choque conformados por madrinas, mercenarixs a sueldo y golpeadores voluntarios (lxs vimos, lxs confrontamos y lxs identificamos) al servicio del Gobierno del Distrito Federal, que se infiltran en el momento de la trifulca              –encapuchadxs o a cara descubierta– para desplegar un marcaje personal contra determinadxs compañerxs, llegando incluso a agredirles para facilitar su detención e inmediato traslado, ya sea a bordo de las julias o de falsas ambulancias. En realidad, esta táctica no tiene nada de innovador y es bastante recurrente en los gobiernos de izquierda latinoamericanos (incluyendo los gobiernos priístas, que no se nos olvida que siempre se han reivindicado de izquierda); la única novedad es el empleo recurrente de esta metodología fascista por parte del Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera. Y, decimos que lxs identificamos, como seguramente también lxs identificó el subcomediante Marcos, ya que se trata de viejxs compañerxs de viaje que hasta le dieron posada cuando estuvieron de visita por la Ciudad de México lxs 1101 habitantes de la zona controlada por el EZLN, en aquellos entonces se asumían maoístas e integraban un Frente, después han sido perredistas, petistas y muy probablemente (dependiendo de las diputaciones que les prometan a sus líderes) terminen de clientes de MORENA. ¡Ahhh, qué terrible es tener buena memoria!  

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