La ventana del despacho del
presidente Kontastino Samarás está rota por los balazos percutados desde un
fusil kalasnikov. Nueve disparos de ametralladora contra la sede Nueva
Democracia, el partido gobernante. Bombas caseras en las casas de cinco
periodistas y diversos artefactos incendiarios lanzados contra las oficinas del
Syriza (chavismo helénico), y del Pasok, partido incluido en el gobierno
tripartito. Estos son algunos de los ataques que se han dado lugar a lo largo
de esta última semana en Grecia. Cinco días plagados de violencia en las calles
de la capital helena.
Solo durante el fin de semana se
han producido diecisiete ataques a varias sedes de partidos políticos con
artefactos incendiarios. Esta ola de violencia política ha alarmado a la
sociedad griega, asfixiada por una nueva subida de impuestos aprobada hace unos
días. "Esto no tiene precedentes. Es
una nueva y preocupante escalada de violencia para sembrar terror en nuestra
sociedad", declaró a los medios el portavoz del Gobierno, Simos
Kedikoglou, cuyo hermano sufrió el ataque de un cóctel molotov contra su casa.
La Policía apunta a que detrás de
estos agresiones pueden estar grupos anarquistas, aunque aún no lo han
confirmado, ni tampoco han establecido ninguna conexión entre ellas. Poco antes
de que esta oleada de violencia azotara la ciudad, un grupo okupa intentó tomar
el histórico edificio Villa Amalia, que fue desalojado por las fuerzas de
seguridad el mes pasado. Como consecuencia, casi cien personas fueron detenidas
en los alrededores del barrio de Exarchia, el bastión de los compañeros.
Sin embargo esta semana cerramos
con la detención de cuatro compañeros anarquistas y el brutal apaleamiento por
parte de la policía especial que se cebo sin piedad contra ellos.
Un grupo de ocho personas armadas
con AK-47s, carabinas y fusiles semiautomáticos Scorpion, intentaron robar un
banco y una oficina de correos en la ciudad griega de Velventos. Después de ser
perseguidos hasta la provincia norteña de Macedonia y secuestrar a un médico de
27 años por el camino, cuatro de ellos fueron bloqueados por la policía en la
ciudad de Veroia. Ahí fue cuando Nikolaos Romanos, de 20 años, Andreas-Dimitris
Bourzoukos, de 24, Yiannis Michailidis, de 25, y Dimitris Politis, de 24, se
rindieron.
En un par de comunicados enviados
desde prisión, los anarquistas dejaron claro que sus motivos no eran
personales, pero que consideran el acto de robar bancos parte de su lucha
contra el estado. También queremos dejar claro que mientras fueron perseguidos,
no usaron sus armas ni causaron ningún daño a su rehén.
Aquí les dejamos las fotos de los
compañeros detenidos y de como el gobierno de Sámaras y sus esbirros se dieron
el lujo de retocarlas con photoshop.
Nikolaos Romanos
Andreas-Dimitris Bourzoukos
Yiannis Michailidis
Dimitris Politis
Este episodio sabemos que es uno más
en la Guerra Social que se libra en la región griega, solidaridad con los
detenidos y con sus familiares.
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